Discapacitado el corazón que no entiende las diferencias.
Nosotros no dejaremos de caminar, da igual que llueva o el día sea gris. Nosotros hemos aprendido que se hace camino al caminar, como dijo el poeta.
Hemos escuchado hablar con la mano en el pecho de la inclusión, integración y todo lo que nos sirva para adornar nuestra sociedad de vitrina. Hemos visto aplaudir al valiente que en su aula tiene una persona con diversidad funcional, sin entender que aplaudimos el real derecho de cada persona.
Y con toda esta puesta en escena, a los que tenemos grandes necesidades de apoyo, nos apartan. La palabra Integración empieza a desintegrar y apartar por ser imposible seguir un camino marcado.
Hay quién pregunta, como si esa fuese la clave «¿Avanzará y conseguirá hacer una vida igual al resto?»
Tengo que contener el demonio que guardo en la boca, retorcer mi estómago e inventar una sonrisa para contestar «¡Todos aprendemos algo cada día! »
Amor, te prometo que no hice nada especial para que nos sucediera esto. Te amé y te busqué tanto como cualquier madre. Estamos hechos de carne y emociones como cualquier otro caminante.
No temas amor, no pararemos por una borrasca. No dejaremos de darle cuerda a este corazón que nos ha enseñado hablar con algo más que palabras y a besarnos hasta el alma.
No temas amor, no vamos a dejar de luchar por la felicidad en tu cara.
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