No llorarás

Al caer la noche, cayeron estrellas sobre mi pensamiento dejando la noche oscura y fría.
No llorarás, me decía a mi misma.
Pero de repente volví a mi niñez, cuando escuchaba aquello de «No llores»…
Era abrirle el grifo a la congoja y las lágrimas se agolpaban en mi garganta, entorpeciendo mi respiración.
Han pasado años, pero mi pena se asoma del mismo modo.
Si pudiera borrar el dolor de todo esto!
Existen etapas duras, donde el torrente de lágrimas desdibuja mi vida.
No llorarás, no puedes…
Órdenes que mutilan mi cerebro de forma estúpida.
Amor, te reconozco que en ocasiones me vengo abajo. Momentos en los que tiembla la tierra que piso y zarandea nuestros cimientos.
Qué no daría por mitigar tu dolor y devolverte la sonrisa.
Qué no daría yo por hacerte tus días más llevaderos.
No llorarás…y más lloro.
Lo único que quiero es no perder la paz en mitad del terremoto, porque eso te perturba doblemente.
Estos momentos de bajeza son necesarios para pelear con fuerza mañana.
Ayer cayeron del cielo estrellas en mi cabeza, dejando oscuridad. Pero hoy las devolveremos con la experiencia de que ninguna noche es eterna. Que el hielo no resiste a ninguna primavera. Y que no llorarás no cura las heridas.
Mañana despertaremos sabiendo que el amor cicatriza heridas.
No voy a dejar de luchar por esto que llamamos vida.
Tkm♥️

Nada es como habíamos imaginado

Nada es como habíamos imaginado, es más, ya casi ni imaginamos.
Cuando las cosas empiezan a torcerse, podríamos llorar y esperar tras el ventanal.
Pero nosotros estamos acostumbrados a pintar el sol todos los días. Y si se desdibuja, ponernos a buscar la causa.
Todo tiene un por qué, menos la muerte…
En ocasiones, siento que entro en un túnel largo, con los neumáticos desgastados y el asfalto húmedo. Las luces de poca intensidad no me dejan prever lo que me espera a escasos cinco metros. Lo peor de todo, no es que peligre mi vida. Mi gran preocupación es mi acompañante de viaje, ese niño de mirada pura.
Nada es como esperábamos…
Pero no puedo quejarme, aunque no tenga el control de mis días.
Aunque viva anticipándome a la hecatombe por un dolor o inflexibilidad.
No puedo quejarme del frío túnel, ni de las tormentas.
Agradecida por esta lección que el destino me ha dado, agradecida de sentir el amor más puro. Porque es justamente este sufrimiento el que me hace ser feliz con cosas simples.
No tengo tiempo ni necesidad de chismes ni de historias ajenas. Sólo quiero vivir cosas de verdad. Qué me acaricien por dentro y me arropen el alma. Porque el amor es el combustible que necesito para salir de las noches oscuras o los días sin fin.
Verte crecer es doloroso, porque en ocasiones, quisiera parar el tiempo.
Pero más doloroso es vivir detrás de la ventana, sin sentir.
Ahora, agárrate fuerte que te prometo que no voy a dejar de luchar por ti.
Cantaremos esa canción que tanto te gusta
«La luna bajo a la fragua
con su polizón de nardos…»
Y cuando te despiertes ya reinará el sol sobre tus dulces pasos.
Tkm♥️

Sólo una vez…

Sólo una vez…
La felicidad es difícil alcanzarla porque está mal entendida. Deseamos alcanzar la vejez sin sufrimientos, sin conocimiento. Y eso es imposible.
Recuerdo cuando lloraba porque no podía ser madre.
Recuerdo la llegada de un diagnóstico que enturbió todo. Sentada frente a un ordenador, cuando todos dormían, buscando respuestas. Imaginando un terrible futuro.
No se lo aconsejo a nadie!
En ocasiones, echo de menos la manía que tenía mi madre, al caer cuatro gotas, me llamaba para saber si había llegado con los niños. Con lo que me pesaba en aquel entonces…
En ocasiones, me faltan sus regañinas por no comer demasiado.
Cuando nos dejó, me dejó claro que sólo se vive una vez. Aunque en mí, siempre siga viva.
Nos quejamos por todo, por el minuto más largo frente al microondas. Porque la lluvia parece no abandonarnos. Queremos hacer eterno, lo que sólo son momentos.
Yo quería ser madre, y por eso, no puedo, ni debo quejarme de lo que nos ha tocado. Aunque en ocasiones las lágrimas me nublen y me tirite el alma.
Tú no habías pedido venir, yo te busqué intensamente e intensamente te quiero.
Me desagrada está hiedra que se ha enraizado en nuestros pies y nos hace recordar quién tiene el control de nuestros días. Siempre estamos anticipando secuencias, tratando de soportar el envite. Y no siempre salimos por la puerta grande.
Es cierto que lloramos.
Pero por eso vamos a dejar de ser felices?
No, lo siento, mereces mucho más.
Vamos a ser felices a nuestra manera, con nuestros besos, abrazos y paseos. Cerraremos los ojos ante el oleaje, lloraremos y sacaremos lo malo de nuestra vida.
Nos agarraremos a los pequeños gestos y momentos de amor, esa será nuestra salvación. Lloraremos lo que nos toca, sin adelantarnos y sin mirar las tristezas de otros tiempos.
Vamos a vivir, porque esto sólo sucede una vez en la vida. Aunque en ocasiones, cueste seguir caminando.
Tkm♥️

Hablar de nosotros

Hablar de nosotros
Se supone que mañana agotaremos la razón y la conciencia hablando del autismo.
Las noticias se inundarán de políticos y personalidades dándole al interruptor y lanzando globos con una sonrisa de anuncio.
Pasará el calendario y seguiremos siendo los mismos.
Y es que nos da miedo hablar con sinceridad y nos resulta más fácil usar guantes. O mirar la lluvia desde la ventana.
Yo no elegí este camino, yo tampoco estaba preparada para pictogramas y anticipación. Me tuvieron que explicar que esa estúpida visión del bien y el mal, queda lejos de nuestra existencia. Qué hay que aprender a mirar en la persona, que detrás de cada conducta hay algo que comunicar.
Si me taparan la boca y me dejaran en cualquier calle de Tokio. Sin entender un idioma, unos gestos, lejos de mi rutinaria vida. Me arrancaría hasta la piel por encontrar mi paz.
Miramos de forma adulterada la realidad del autismo. Buscamos una salvación para nuestra salvación. Rezamos y lloramos por no asumir una aceptación. No tenemos tiempo de investigar en el otro. Preferimos apostar por lo fácil y si no resulta a la primera, abandonamos.
Podría hablar de autismo, pero me doy cuenta que cada vez sé menos de esto. Prefiero hablar de tí, de lo nuestro y nuestra vida.
Te miro, y veo a mi hijo.
Yo creo en ti y en tu capacidad de seguir avanzando.
Si pudiera vender mi vida para mejorar la tuya, castigaría cada parte de mi cuerpo para darte autonomía.
Si pudiera vender mi corazón para asegurar un futuro digno, sería mi mejor manera de abandonar esto.
Si pudiera darte palabras, arrancaría mi léxico de cuajo.
Pero nada de esto es posible…
De este modo, sólo queda amarte y cuidarte hasta el final de mis días.
Tratar de saber valorar que estar aquí, es todo un privilegio.
Trataré de borrar las amarguras por cada sonrisa que dibuje en tu cara.
Y nunca jamás, dejaremos de andar y crecer.
Cuando me miras y me sonríes. Cuando me besas y me abrazas. Comprendo el fin con el que llegaste a mi vida. Espero cumplir mi función y no dejar de luchar por todo lo que mereces.
Tkm ♥️