El mañana no existe

El mañana no existe
Mentiría si dijese que soy capaz de abrazar el presente olvidando otros tiempos verbales.
Por mi cabeza en ocasiones noto sombras que llegan hasta el pecho como una punzada.
Y no me gusta sentir el miedo,
¿a quién le gusta enfrentarse a él?
Tampoco quiero vivir enfadada, ni quiero irme enfadada, sería desaprovechar la vida y la eternidad.
Cuando llegan los desafíos del autismo, llegan las enseñanzas de la vida.
Y cuando pienso demasiado y me pongo sensiblona, tu sonrisa me saca de cualquier rincón oscuro.
Qué poderoso es el amor, que te hace parecer valiente con las piernas temblando y borras el futuro porque no te hace bien.
Y es que nunca se sabe lo que nos espera, nadie puede medir los pasos con certeza.
Lo único cierto, es que nos has cambiado la vida y el sentido de «felicidad»
Hemos vivido mucho y sabemos que al miedo hay que enfrentarse cuando no queda otra, cuando llenamos los días de registros y análisis. Al miedo no hay que buscarlo.
Así que cuando pienso en el mañana, me agarro a ti y pienso en el ahora. Si hay que llorar, se llora con una canción melosa o por unos vaqueros que encogen.
Ya ves, se llora por cosas importantes, no por el mañana, que además dicen que no existe.
Gracias por desear ver el carmín en mis labios y la sonrisa ante la vida. A ti, esto te da seguridad y a mí, una enseñanza.
Tkm ❤️