Qué no daría yo…


Al caer el sol casi todos duermen,
Mi sueño es cada vez más liviano y hay amaneceres que no reconocen noches.

Vueltas y vueltas entre las sábanas.

Cuando todos duermen te confieso que me gusta entrar a hurtadillas en tu habitación y verte relajado.

Regreso corriendo a mi cama con la tranquilidad de que estás tranquilo.

Qué sencilla es la vida…

Conozco tus silencios y suspiros porque contigo he aprendido a comunicarme no sólo con palabras. Los silencios cargados de carga y las conductas cargadas de significado.

En ocasiones, me falta tiempo para eso que otros hacen.

 Pero cuando te miro,  siento y entiendo que mi lugar en el mundo está junto a ti.

Qué voy a vivir con intensidad esto porque no sé de que modo puede venir el futuro. Y esto, lo de ahora lo tengo en mis manos.

Qué no daría yo por hacerme eterna en tus días. 

Qué no daría yo por cuidarte siempre.

Cuando todos duermen, suspiro fuerte y pienso que quiero vida para vivirla. 

Sólo quiero vivir cosas de verdad, con el corazón sin pensar en más allá que  hacerte feliz. El resto me sobra porque desde que llegaste al mundo me estás enseñando la esencia de todo. Ni el dinero ni las apariencias tienen cabida en nosotros. 

Gracias mi amor por existir 

Tkm❤

El futuro no existe, no lo necesitamos 

El futuro no existe, no lo necesitamos.

La lavadora se ha estropeado, y mi mayor preocupación era que no podía parar el buen ritmo de la colada.

F5 no saca el agua, F5 el agua no sale, no puede ser…y he roto a llorar como una niña.

No es la lavadora, ni la ropa. Suelo preocuparme por cosas pequeñas, es la mejor manera de no prestarle atención a la bola que desde hace días llevo dentro.

Tu hermano , el otro día mientras conducía, preguntó por tu futuro.

Después de darle vueltas y vueltas envuelta en una supuesta normalidad. Me soltó «Déjalo tú no quieres hablar de eso ni yo yo quiero escucharlo »

Quiere una vida normal para ti…

¡¡Como si yo supiese a estas alturas lo que es ser normal!!

Ya tengo miedo al que será cuando dejemos el colegio, con catorce.

Le estoy temiendo a tus dolores y lo difícil que es hacerme entender con los médicos.

Ya le temo cuando la hormonas llamen a la puerta.

Le estoy temiendo al autismo desde el día que escuché autismo, a los cambios, al hacer caminos, y una terrible incertidumbre.

Ahora, miro tus puros ojos y creo que no tengo derecho a vivir la vida con temor y sufrimiento.

No te mereces ese sufrimiento, esa carga.

Dame un abrazo, que cuando siento tu amor comprendo que sólo el futuro es simplemente incierto porque no existe.

Prefiero día a día y la ropa, ya la lavaré mañana

Tkm