Que el rojo me acompañe

En ocasiones, me gusta creer que el rojo actúa como amuleto. Que sonreír aunque no tenga muchas ganas, es el principio de tomar conciencia de que los músculos de la cara abren la puerta de lo bonito.

En ocasiones, despotrico cuando hago planes y nada de lo planeado sale. Cuando era pequeña me encantaba una serie «Sigue soñando» al protagonista, le sucedía siempre todo al revés de como lo imaginaba. Y en cierto modo, me sucede lo mismo.

¿Es un castigo? No, simplemente que las cosas nos suceden para enseñarnos y si no aprendemos, vuelven a suceder.

Hay que soltar, soltar y caminar por nuestra senda, sin esperar nada de la vida. Simplemente, disfrutar el momento.

!Es tan difícil esto cuando tienes un hijo con autismo y discapacidad! Es difícil, porque yo no concibo un desapego de ti, amor. No soy capaz de no atender tus necesidades para cubrir las mías. Y siempre dependo de alguien, de otra persona que me ayude a caminar contigo.

Antes, cuando eras pequeño, sentía que no hacerlo yo todo, era no realizar un buen trabajo. Hoy, comprendo que soltar y delegar en otros es necesario para ambos.

No quiero renunciar al rojo, ni a dejar de sonreír aunque tenga que ir aplazando asuntos. Prefiero hacerme mil seffies y pensar que no existe nada importante en el mundo que me robe el carmín.

Cuando uno vive situaciones difíciles, que rompen el ritmo de nuestras vidas. Cuando la vida te obliga a parar en el arcén … al reanudar la marcha y ver de nuevo los árboles, el sol, el tránsito de otras personas. Te das cuenta de lo agradecido que estás .

Que el rojo siempre me acompañe, incluso cuando no podemos controlarlo todo.

Y tú eres mi compañero fiel, o yo la tuya o quizás seamos lo mismo el uno para el otro. Tkm♥️