Si Dios existe…
Llevo mucho tiempo dándole vueltas a la existencia de algo más allá de lo tangible.
He necesitado apartarme del ruido mundano; cuando uno está sufriendo, es necesario escuchar el dolor y hacerle preguntas, sin distracciones.
Y tengo que reconocer que a ratos estoy triste y a ratos, furiosa.
Si Dios existe por qué nos castiga y zarandea de manera tan violenta.
Y no hablo de un diagnóstico, no hablo de las limitaciones que puedan existir en nuestro día a día. Porque sufrir, sufrimos todos.
Tampoco me refiero al agujero que llevaré en mi ADN, para siempre, al pensar cuando yo no esté.
Llevo notando el eco de mi corazón en mis oídos desde que hemos pasado a la segunda etapa. Nos han hecho tanto daño, que en ocasiones, sentía que mis piernas no podían soportar el peso del alma.
Hemos ido sembrando semillas blancas donde había oscuridad, buscando la evangelización en el sistema educativo.
Hoy, mientras regaba mis plantas, y al ver lo maravillosa que es la naturaleza, sin darme cuenta, rodaban por mi cara lágrimas contenidas en este tiempo.
Qué fácil es germinar cuando hay amor y dedicación. Y de qué manera tan burda rompemos las flores que no queremos en el jardín.
Yo me pregunto
«Para que hemos venido al mundo, si luego no hay espacio para nosotros «
Tanto esfuerzo costó reproducir los latidos en mi vientre, tanto amor y tantas oraciones ofrecidas al más allá.
Tanto amor madurado… ¿ para dejarnos marchitar sin agua.ni luz directa?
Si existe Dios, .con nosotros se despistó.
Con lo fácil que era crear una secundaria en condiciones, recogiendo los derechos de todos.
Para el sistema no todos somos todos. ¿Y para Dios?
Sobre mi zafu he buscado la calma, el amor y la fortaleza para enfrertarnos a diario con el miedo.
Si existiera no permitiría que un sistema fuese de unos pocos con el bolsillo de todos.
No quedaría impune la falta de voluntad, no les permitiría a los gestores de lo ajeno, destrozar vidas.
Los funcionarios pasarían controles de calidad y harían las cosas bien no por caridad, si no por obligación, la obligación de ocupar algo tan sagrado como una plaza pública. De este modo, no dependeriamos de la buena voluntad. No llorariamos tanto que un buen profesional, interino, no pudiese continuar, porque existen profesores que tienen la plaza, pero ninguna intención de ocupar su puesto.
En este tiempo he descubierto lo que esconde la alfombra de la administración.
Alumnos sufriendo el capricho del funcionario. Bajas tras bajas, y una mano lava a la otra. Los más vulnerables al servicio de una plaza.
Con lo fácil que sería crear aulas como en el colegio, dotarlas de personal cualificado y herramientas dignas.
Ante el dolor y la soledad, los padres tenenos la obligación de renacer.
Si estando su familia presente, ha vivido más de cien vidas…
En mi mente resuena ¿qué no llegarían a sufrir cuando no podamos velarles?.
Para qué nos trajiste al mundo, si luego no tenemos espacio.
Quizás algún día obtenga la respuesta.
Mientras llega me agarraré al amor para seguir viviendo.
Mi vida, tu familia no te suelta.
Tkm❤
Debe estar conectado para enviar un comentario.